Hola vecinos, ahora que están bajando las depres pos parto de la mami y del papi, ya es hora de contarnos un poquitín más de sobre cómo nos ha cambiado la vida con la llegada de los angelotes Alejandro y Martín.
Ya sé que no hace falta que os lo digo, pero Martín está por la izquierda y Alejandro está por la derecha.
Como habréis notado, los lloros se van disminuyendo de forma espectacular. Sobre todo gracias a las buenas obras de “abu” Luisi.
“Abu” Luisi con Alejandro
Ella es la única de esta casa que todas las mañanas se levanta con una tremenda sonrisa en los labios para ir a ver a sus nietos.
“Abu” Luisi con Martín
Lo malo, para ella, para nosotros y sobre todo para los angelotes es que el 1 de noviembre ella tiene que volver a Madrid. No sabemos para cuánto tiempo, pero entre todos la vamos a echar mucho de menos. Lo hace todo: lavar, planchar, preparar comidas muy ricas, dar el biberón, animar los angelotes, dormirlos cuando hace falta. Todo. Y todo con esta gran sonrisa de abuela más feliz del mundo mundial.
La “tía” Cécile con Alejandro. El se acordará del beso de su tía tan cariñosa, ¿verdad?
“Abu” Luisi incluso se ocupa mucho de cuidar a las visitas, aún si a veces no hablan ni una sola palabra de castellano. Les prepara tortillas de patata, empanadas y hasta tartas de chocolate buenísimas.
Pero si ella tiene que irse, ya sabemos que no se quedará mucho tiempo sin ver a diario a los nenes. Porque ya hace unas semanas Noemí y yo hemos decidido de ir a vivir en Madrid. No es que todo toíto ya está arreglado, todo al revés, pero la decisión está tomada. Nomeí ya se ha pedido el traslado dentro de su empresa. Y yo, la verdad, por el momento no tengo mucha idea de lo que voy a encontrar de trabajo por allí. Para escribir como autor, publicista o periodista por el momento me falta un montón de castellano por aprender. ¡Se busca profesor!
Por otro lado, no tiene que ser tan difícil encontrarme algo. Lo mejor que tengo son mis idiomas, no todos hablan inglés, francés y holandes, jejeje…… En fin, ya veré. Si convertirme en otro mileurista más. O si montarme mi propia empresa y seguir trabajando a la distancia como autor o publicista para clientes en Holanda.
Así está de encantada “abu” Luisi…….
De todas formas, “abu” está encantada con la idea. Noemí igual, ya no puede imaginarse educar a los nenes sin tener su madre cerquita. Y yo, la verdad es que nunca me hubiese gustado ir a vivir al lado de la abuela, pero ahora me parece lo mejor que podemos hacer.
Me gusta mucho la idea de que mis hijos van a vivir en España. Me encanta la idea de ir a vivir yo mismo. Luz, alegría, la montaña al lado, naturaleza, gente, poder ir al teatro. Y de Noemí ni os cuento. Encantada. Encima se va a liberar de aprender el holandés……..
Mientas tanto, los nenes van creciendo a un ritmo increíble. Ya son dos hombrecitos, con su carácter cada uno. Martín es el que más se ríe y que más historietas nos cuenta (sin de que tenemos la más mínima idea de qué nos cree contar, claro). Alejandro es más serio, es el que se parece mucho a papá, habla menos pero escucha más y con mucha concentración. Ya empiezan a jugar un poco en el corral, a tocar las cositas, a admirar los colores. Y los lloros, ni os cuento, ahora sólo a algunas horas durante el día. Parce mentira que hasta hace poco estaban llorando casi toda la tarde……..
Lo único, que los papis todavía están muy cansaditos. Los biberones de la noche no nos permiten dormir precisamente bien, lo que resulta en caras como la mía en la siguiente foto:
Besos, bicos, petons, musuak, bisous, kisses, kusjes en een dikke zoen para todos,
Kristian
